El Archivo Histórico Municipal de Morelia (AHMM) en su labor de preservar las tradiciones de la región y dentro de las celebraciones de Semana Santa, se ha comprometido desde hacer varios años en el montaje del “Altar de Dolores” acoplándose a los elementos que tradicionalmente se incluyen en él con la finalidad de que el público asistente pueda además de deleitarse a la vista, conozca a fondo esta tradición.
El Altar dedicado a la Virgen de los Dolores - patrona
de los hogares, confidente de las aflicciones domésticas y defensora de la
honra familiar - es una tradición celebrada con especial devoción por la
religiosidad popular en México “El Viernes de Dolores” es decir el viernes que
precede al “Domingo de Ramos” en templos y casas. En otros tiempos se podía
apreciar en hogares morelianos y en nuestros días esta tradición es casi
extinta, por ello evocamos e invocamos nuestras raíces.
Mariano de Jesús Torres, en su libro: Costumbres y fiestas morelianas el pasado inmediato, hace una excepción elocuente de los altares de Dolores: “El viernes de Dolores todas las capillas se adornan una manera extraordinaria: macetas con flores exquisitas pájaros cantadores, naranjas con banderitas de oro volador, festones de verdura, el pavimento regado con oloroso mastranto, velas de cera también con banderitas, todo esto constituya el adorno; además el incienso esparcía su embriagante perfume, y el pito y el tambor tocaban esa sinfonía monótona y característica que se acostumbrada en esos días; en algunas capillas había música de cuerdas. En las casas particulares ponían hermosos altares y la gente recorría el cementerio y las calles de la ciudad viéndolos y no faltaba donde se quieran a los concurrentes con enormes vasos de agua fresca y sabrosísima chicha.